Este brandy se elabora a partir de las botas de Tío Pepe y de uno de los iconos de González Byass, Matusalem, el oloroso dulce con 30 años de solera. Estamos ante un auténtico brandy de Jerez: robusto, intenso, complejo y eterno. Un clásico para disfrutar pausadamente, saboreando cada gota. 

ELABORACIÓN
Primero se lleva a cabo una meticulosa selección: sólo será usado el mejor mosto de las uvas cultivadas en Jerez.

El mosto obtenido es destilado siguiendo el proceso de doble destilación. Este proceso se lleva a cabo en dos alambiques tipo "Charentais" que datan de los años 60 y son de Cognac. Cada uno tiene una capacidad de 25 hectolitros. Solo se utiliza la parte central del alambique, conocida como "el corazón", que tiene un contenido alcohólico de entre 65% y 72% Vol. Este licor, conocido como "holanda", será envejecido en botas para producir brandy de Jerez.

Las holandas de Lepanto envejecen en botas de roble americano durante un mínimo de 15 años, siguiendo el tradicional sistema de criaderas y soleras. Este brandy envejece durante 12 años en botas que previamente contenían Tío Pepe y otros tres años en botas que contenía Matusalem, el oloroso dulce con 30 años de González Byass.

CATA
Vista
Intenso color ámbar con tonos cobrizos.
Nariz
Exhibe aromas limpios y vigorosos con toques que recuerdan a frutos secos, especias y madera madura.
Boca
Intensa, compleja y cautivadora.
Temperatura de servicio
Servir en copa de brandy, solo o con hielo.
Maridaje
Quesos fuertes y postres de chocolate o café.

Botella: 70 cl